Desarrollo social y emocional en la primera infancia
Una gran cantidad de desarrollo social y emocional tiene lugar durante la primera infancia. A medida que los niños experimentan rabietas, cambios de humor y un mundo social en expansión, deben aprender más acerca de sus emociones y las de otras personas..
Emociones y experiencias sociales de la primera infancia.
A lo largo de la infancia, las rabietas son bastante comunes. ¡Hay una buena razón por la que las personas a menudo se refieren a esta etapa como "los dos terribles"! Los niños pequeños tienden a tener rápidos cambios de humor. Si bien sus emociones pueden ser muy intensas, estos sentimientos también tienden a ser de corta duración. Es posible que se sorprenda al ver cómo su hijo puede pasar de gritar histéricamente sobre un juguete que quiere en un momento a sentarse frente al televisor mirando su programa favorito en silencio un momento después..
Los niños a esta edad pueden ser muy posesivos y tener dificultades para compartir. Sin embargo, aprender a llevarse bien con otros niños es una habilidad esencial. En solo unos pocos años, su hijo pasará de pasar la mayor parte del tiempo con la familia y amigos cercanos a pasar gran parte del día interactuando, aprendiendo y jugando con otros niños en la escuela..
De hecho, los investigadores han descubierto que el desarrollo emocional y las habilidades sociales son esenciales para la preparación escolar. Ejemplos de tales habilidades incluyen prestar atención a las figuras adultas, hacer la transición fácilmente de una actividad a la siguiente y cooperar con otros niños.
Ayudando a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales
Entonces, ¿cómo puede ayudar a su hijo a aprender a jugar bien con los demás? La competencia social no solo implica la capacidad de cooperar con los compañeros; También incluye cosas como la capacidad de mostrar empatía, expresar sentimientos y compartir generosamente. Afortunadamente, hay muchas cosas que puede hacer para ayudar a sus hijos a desarrollar estas importantes habilidades sociales y emocionales..
Modelar comportamientos apropiados es esencial. La observación juega un papel vital en cómo los niños pequeños aprenden cosas nuevas. Si su hijo lo ve compartiendo, expresando gratitud, ayudando y compartiendo sentimientos, su hijo tendrá una buena comprensión de cómo interactuar con otras personas fuera del hogar. Puede modelar estas respuestas en su propio hogar tanto con su hijo como con otros miembros de la familia. Cada vez que dice "por favor" o "gracias", está demostrando cómo le gustaría que se comportaran sus hijos..
Lo más importante, asegúrese de ofrecer elogios cuando sus hijos demuestren buenos comportamientos sociales. El refuerzo no solo hace que los niños pequeños se sientan bien con ellos mismos, sino que también les ayuda a comprender por qué ciertos comportamientos son deseables y dignos de elogio. Ayudar a sus hijos a sentirse bien con ellos mismos también juega un papel importante en el desarrollo de un sentido de empatía y competencia emocional. Al crear un clima positivo donde los niños pueden compartir sus sentimientos, los niños, naturalmente, comenzarán a ser más generosos y reflexivos..
Enseñanza de empatía y cooperación.
Los padres también pueden aumentar la empatía y desarrollar la inteligencia emocional al alentar a sus hijos a pensar en cómo se sienten otras personas. Comience preguntando sobre los sentimientos de su hijo, haciendo preguntas sobre los eventos en la vida de su hijo. "¿Cómo te sentiste cuando perdiste tu juguete?" "¿Cómo te hizo sentir esa historia?"
Una vez que los niños se vuelvan expertos en expresar sus propias reacciones emocionales, comience a hacer preguntas sobre cómo se pueden sentir otras personas. "¿Cómo crees que se sintió Nadia cuando le quitaste el juguete con el que estaba jugando?" Al plantear tales preguntas, los niños pueden comenzar a pensar en cómo sus propias acciones podrían impactar las emociones de quienes los rodean..
La cooperación es una habilidad que se beneficia enormemente de la experiencia directa. Darle a su hijo la oportunidad de interactuar y jugar con otros niños es una de las mejores maneras de enseñarle a su hijo a relacionarse con los demás. Si bien a su niño pequeño le puede resultar frustrante jugar con otros niños de su edad, ya que los niños a menudo carecen de paciencia y de capacidad para compartir, las cosas comenzarán a mejorar gradualmente con la edad y la experiencia..
A medida que los niños juegan e interactúan, también comienzan a desarrollar habilidades de resolución de problemas sociales. Los primeros intentos pueden implicar muchos argumentos y conflictos con los hermanos y compañeros, pero eventualmente, los niños aprenden cómo negociar y comprometerse con otros niños..