Consejos para padres de adolescentes con trastorno de pánico
A veces, criar a un adolescente puede ser muy difícil y muy gratificante. Como padre, es probable que esté bien al tanto de las presiones sociales, los cambios físicos y mentales y los problemas académicos a los que se enfrenta su adolescente, y estos son solo algunos de los desafíos. La vida como adolescente puede complicarse aún más si el adolescente tiene un trastorno de pánico y, como padre, puede ser difícil saber cómo ayudar a su hijo a lidiar con este trastorno de salud mental. A continuación hay algunos consejos para ayudar a criar a su hijo adolescente con trastorno de pánico..
Leer sobre su condición
Es importante saber qué esperar en términos de síntomas, diagnóstico y curso de tratamiento para su adolescente con trastorno de pánico. Uno de los principales problemas que enfrentan los padres es no estar informado sobre la condición de sus hijos adolescentes. Cuanto más sepa sobre el trastorno de pánico, más preparado y con más apoyo podrá estar.
El médico u otro especialista en salud mental que trate a su adolescente puede brindarle valiosos recursos e información. Lea todos los materiales que reciba y manténgase actualizado sobre el plan de tratamiento de su hijo. Aprender sobre los síntomas, los ataques de pánico y la agorafobia puede ayudarlo a comprender más sobre el trastorno de pánico..
Ser extra paciente
Ser paciente con un adolescente no siempre es fácil. Puede que le resulte difícil relacionarse con las experiencias de su adolescente con esta condición; por ejemplo, puede creer que su adolescente está exagerando o se está rebelando. Tales pensamientos son comprensibles, dado lo exigentes y melodramáticos que pueden ser los adolescentes. Pero cuando se trata de la lucha de su hijo adolescente con el pánico y la ansiedad, es importante mantener la paciencia y el apoyo..
Los ataques de pánico, el síntoma principal del trastorno de pánico, pueden ser muy difíciles de manejar para un adolescente. Su hijo adolescente puede experimentar una variedad de sensaciones físicas que pueden ser aterradoras, como dolor en el pecho, temblores, falta de aliento, palpitaciones del corazón y sudoración excesiva. Una adolescente con trastorno de pánico también puede decir que se siente "irreal" o que está perdiendo contacto con la realidad, ambos síntomas comunes de ataques de pánico conocidos como despersonalización y desrealización..
Además, su adolescente puede decir que está asustada por sus ataques de pánico, y teme que vaya a morir. Los ataques de pánico pueden llegar a estar tan llenos de miedo que su adolescente puede incluso comenzar a evitar lugares y situaciones que atribuye a estos ataques. Comprenda que todo esto es parte de su condición y que no eligió sentirse de esta manera. Su paciencia y comprensión pueden ayudarla a sentir menos estrés y vergüenza por su condición.
Ser un defensor
Los adolescentes típicamente quieren integrarse en un grupo de pares, y valoran enormemente sus vidas sociales. Tener un trastorno de pánico puede dificultar que su adolescente se asimile a los grupos sociales, y los síntomas de los ataques de pánico pueden llevar a comportamientos de evitación, lo que podría hacer que se sientan solos y aislados. Hay muchos mitos sobre el trastorno de pánico que pueden hacer que personas ajenas, incluidos compañeros, maestros y otros adultos, desacrediten la lucha de su adolescente..
Como padre, usted desempeña un papel valioso en el sistema de apoyo de su hijo adolescente. Es importante ser un defensor de su adolescente con trastorno de pánico y creer en su capacidad para lograr y lograr la recuperación. Trate de mantenerse alentador y muestre un apoyo incondicional, haciéndole saber que usted está allí para él en caso de que necesite hablar con usted sobre su condición..
Modelo de autocuidado
Apoyar a su adolescente con un trastorno de pánico puede ser abrumador para un padre. El estrés del cuidador es un problema típico de quienes cuidan a un ser querido con una afección de salud mental. Además de atender las necesidades de su adolescente, también deberá designar tiempo para cuidarse a sí mismo..
El cuidado personal implica la participación proactiva en actividades que mejoran su salud y bienestar personales. Estas actividades pueden abarcar aspectos físicos, creativos, espirituales, sociales y emocionales de su vida. Por ejemplo, puede ser útil unirse a un grupo, como la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), que ofrece grupos de apoyo para familias de personas con afecciones de salud mental..
Y tal vez le resulte relajante pasar un rato tranquilo a solas, caminar un rato o dedicarse a un pasatiempo. Independientemente de las actividades de cuidado personal que elija, al poner energía en su propio cuidado personal, también está modelando comportamientos positivos para su adolescente.