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    Trastorno de pánico y ansiedad en los adolescentes

    El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad que generalmente se inicia en la adolescencia tardía o en la edad adulta temprana. Aunque el trastorno de pánico a menudo comienza entre los 15 y los 35 años, aún es posible desarrollar esta condición en la niñez o en la adolescencia temprana..

    Trastorno de pánico y adolescentes

    Los síntomas del trastorno de pánico en adolescentes son muy similares a las experiencias de pacientes adultos. El síntoma principal del trastorno de pánico es la experiencia de ataques de pánico recurrentes. Estos ataques a menudo ocurren de manera inesperada y están marcados por miedo extremo, nerviosismo y temor..

    Los ataques de pánico generalmente se sienten a través de una combinación de síntomas físicos, mentales y emocionales. Estos ataques generalmente ocurren de forma inesperada y están acompañados por cuatro o más de los siguientes síntomas:

    • Frecuencia cardíaca acelerada
    • Sudoración excesiva
    • Temblor o temblor
    • Falta de aliento
    • Sensación de asfixia
    • Dolor de pecho
    • Náuseas o dolor abdominal.
    • Sentirse mareado, inestable, aturdido o mareado
    • Desrealización o despersonalización
    • Miedo a perder el control o volverse loco
    • Miedo a morir
    • Sentimientos de entumecimiento u hormigueo.
    • Escalofríos o sofocos

    Los ataques de pánico pueden variar en términos de síntomas, intensidad y duración. La mayoría dura solo por un breve período de tiempo, alcanzando un máximo dentro de 10 minutos. Pero los ataques de pánico pueden seguir afectando a un adolescente mucho después de que haya finalizado, causando un mayor nerviosismo y ansiedad horas después de que el ataque haya disminuido..

    Experimentar un ataque de pánico puede ser una experiencia aterradora para un adolescente. Al igual que los adultos con trastorno de pánico, los adolescentes que experimentan ataques de pánico son susceptibles a desarrollar conductas de evitación. Cuando esto ocurre, el adolescente comienza a mantenerse alejado de situaciones, lugares y eventos que cree que pueden desencadenar un ataque de pánico. Puede, por ejemplo, comenzar a evitar las multitudes, como en las asambleas escolares o la cafetería. También puede tener miedo en los autos u otras formas de transporte, y sentir miedo de salir de lugares considerados seguros, como el hogar..

    Evitar repetidamente situaciones que pueden desencadenar ataques de pánico es una condición conocida como agorafobia. Aunque es más probable que ocurra en la edad adulta, la agorafobia puede desarrollarse durante la adolescencia. Alrededor de un tercio de las personas con trastorno de pánico también experimentarán agorafobia. Esta afección puede potencialmente debilitarse y hacer que un adolescente esté confinado en su hogar con agorafobia..

    Opciones de tratamiento

    Si no se trata, el trastorno de pánico puede afectar negativamente la vida de un adolescente y, potencialmente, provocar problemas con la escuela, las relaciones y la autoestima. Solo un médico o profesional calificado puede diagnosticar a un adolescente con trastorno de pánico. Un médico también puede descartar posibles causas médicas para los ataques de pánico y determinar si existen condiciones coexistentes, como la depresión..

    Afortunadamente, existen opciones de tratamiento seguras y efectivas para ayudar a los adolescentes con trastorno de pánico. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen psicoterapia, medicamentos y estrategias de autoayuda. Los resultados del tratamiento a menudo son mejores cuando se utiliza una combinación de estas opciones y se siguen las recomendaciones de tratamiento..

    A través de la psicoterapia, un adolescente puede reunirse con un profesional que trata el trastorno de pánico para trabajar con emociones profundas y desarrollar estrategias de afrontamiento. Pueden estar disponibles diferentes tipos de psicoterapia, la más común es la terapia cognitivo conductual (TCC), que se centra en ayudar al adolescente a desarrollar formas más saludables de pensar y comportarse..

    La psicoterapia familiar puede ser necesaria para ayudar a construir relaciones de apoyo entre el adolescente y el resto de la familia. La terapia de grupo también puede estar disponible, en la que el adolescente podrá resolver problemas junto con compañeros que también están luchando con problemas similares..

    El trastorno de pánico se puede experimentar de forma intermitente a lo largo de la vida. Por ejemplo, un adolescente puede tener ataques de pánico frecuentes e inesperados durante varios meses, seguidos de muchos años en los que no sufren ningún síntoma. Independientemente de si el trastorno de pánico se experimenta durante un corto período de tiempo o durante toda la vida, no tiene por qué ser inmanejable. Cuanto antes reciba un adolescente la ayuda que necesita, más rápido estará en el camino hacia la recuperación.