Cómo los ataques de pánico nocturnos interfieren con el sueño
Los ataques de pánico a menudo se experimentan como abrumadores sentimientos de miedo y temor. Estos ataques a menudo se caracterizan por sensaciones físicas incómodas, pensamientos perturbadores y emociones difíciles. Por ejemplo, cuando el pánico ataca, una persona puede comenzar repentinamente a sentirse muy nerviosa y ansiosa. Las sensaciones somáticas, como la sudoración, las palpitaciones del corazón y el dolor en el pecho pueden comenzar a afianzarse. Las emociones fuertes combinadas con sensaciones físicas molestas pueden contribuir a los temores que siente la persona que sufre el pánico, como el temor de que el ataque lleve a una pérdida de control sobre uno mismo..
A pesar de que los síntomas de ataque de pánico generalmente alcanzan un máximo en 10 minutos antes de disminuir gradualmente, los efectos del ataque pueden afectar a la persona por mucho más tiempo. Muchas personas que sufren ataques de pánico a menudo describen sus síntomas como una experiencia perturbadora e incluso aterradora..
Los síntomas de ataque de pánico
Los ataques de pánico generalmente comienzan con sentimientos de miedo, ansiedad y temor, acompañados por una combinación de 4 o más de los siguientes síntomas:
- Palpitaciones del corazón o ritmo cardíaco acelerado
- Sudoración excesiva
- Temblor o temblor
- Falta de aliento
- Sensación de asfixia
- Dolor de pecho
- Náuseas o dolor abdominal.
- Sentirse mareado, inestable, aturdido o mareado
- Desrealización o despersonalización
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Miedo a morir
- Sentimientos de entumecimiento u hormigueo.
- Escalofríos o sofocos
Los ataques de pánico se asocian más comúnmente con el trastorno de pánico, pero también se sabe que ocurren junto con otros trastornos de la salud mental, como la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), los trastornos de la alimentación, la agorafobia y otras fobias específicas..
Además, hay dos tipos diferentes de ataques de pánico: esperados e inesperados. Los ataques de pánico esperados son aquellos que son activados por algún tipo de señal o estímulo en el ambiente. Por ejemplo, una persona con miedo a las alturas (acrofobia) puede tener un ataque de pánico cuando está en un avión o cuando se encuentra en el último piso de un edificio alto. Una persona con trastorno de estrés postraumático puede tener un ataque de pánico cuando se encuentra en un entorno que le recuerda el evento traumático pasado.
Los ataques de pánico inesperados, por otro lado, o aquellos que surgen repentinamente sin causa conocida o desencadenante. Dado que estos ataques ocurren de manera imprevista, pueden percibirse como extremadamente atemorizantes. Los ataques de pánico inesperados son aquellos que ocurren con frecuencia con el trastorno de pánico. Estos tipos de ataques también pueden surgir mientras uno duerme..
Ataques de pánico nocturnos
Los síntomas de ataque de pánico por lo general toman fuerza mientras uno está despierto, sin embargo, es posible que los ataques de pánico se produzcan mientras usted está dormido. Conocidos como ataques de pánico nocturnos, estos ataques pueden contribuir potencialmente a los trastornos del sueño y hacer que se sienta cansado durante todo el día..
Todos los ataques de pánico se pueden percibir como una experiencia aterradora, pero pueden ser incluso más aterradores si te sobresaltan. Por ejemplo, puede despertarse debido a sensaciones físicas incómodas, como temblores, ritmo cardíaco acelerado y dolor en el pecho. Puedes sentirte confundido sobre si estás soñando o no, sintiendo una sensación de distancia de ti mismo y tu sentido de la realidad..
Obtención de ayuda para los ataques de pánico
Si está experimentando ataques de pánico que interrumpen su sueño o que ocurren durante sus horas de vigilia, hay ayuda disponible. Muchos optan por comenzar el proceso de recuperación programando una cita con su médico o médico de atención primaria. Ella puede ayudarlo brindándole un diagnóstico preciso, descartando otras afecciones médicas y de salud mental, y discutiendo sus opciones de tratamiento.
Los ataques de pánico a menudo se tratan con medicamentos recetados. Los medicamentos como los antidepresivos y los medicamentos contra la ansiedad pueden ayudar a disminuir la frecuencia e intensidad de los ataques de pánico nocturnos. Muchos enfermos de pánico también optaron por asistir a la psicoterapia como un medio para aprender formas de manejar efectivamente los ataques de pánico nocturnos, reducir la ansiedad inducida por el pánico y desarrollar una mejor higiene del sueño. Además, las estrategias de autoayuda pueden emplearse como una forma de descansar mejor por la noche y hacer frente a los ataques de pánico nocturnos..
Consulte a su médico si cree que está sufriendo ataques de pánico nocturnos. Estos síntomas pueden tener un impacto negativo en su vida, lo que podría interrumpir su ciclo de sueño y causar aturdimiento durante todo el día. Con la ayuda y el esfuerzo dedicado para controlar sus síntomas, es posible que pueda enfrentar mejor los ataques de pánico nocturnos..