Gestionando el equilibrio de poder en las relaciones
A la mayoría de nosotros no nos gusta pensar en el "poder" cuando pensamos en las relaciones. Las relaciones íntimas implican compartir y cooperar, pero se necesitan dos para compartir y cooperar. ¿Qué pasa si una pareja no quiere?
Quien quiera menos de una relación tiene más poder. El ejemplo más obvio de este principio es el divorcio. Solo se necesita una persona para terminar una relación. No importa cuánto el otro socio quiera que el matrimonio funcione..
Este principio básico se puede ver en muchas interacciones más pequeñas. ¿Cena y una película? Solo si ambos compañeros quieren. ¿Sexo? Eso también funciona mejor cuando es consensual y cooperativo. Ciertamente, el sexo no siempre es consensual, pero las relaciones generalmente no duran mucho después de la violación marital u otras formas de sexo no consensual.
¿Qué hace del no-consentimiento una herramienta tan potente? No solo pone al no consentido en la posición de tomador de decisiones, sino que también envía un mensaje claro de que "mis deseos son más importantes que los suyos". Para la pareja que quiere más de una relación, este puede ser un mensaje devastador para recibir. Sugiere que, para el futuro, el socio sin consentimiento tendrá la opción de elegir retener o otorgar cooperación, afecto y apoyo, sin tener en cuenta las necesidades o deseos del otro miembro de la relación..
Respondiendo a la no cooperación en una relación
En realidad, solo hay tres respuestas posibles a la falta de cooperación en una relación.
- La primera es aceptar la decisión del no consentidor, cualquiera que sea, para mantener al menos una apariencia de cooperación y reciprocidad. Esta opción, si bien puede ser aceptable por un período de tiempo, cede el control por completo. Para la mayoría de las personas, no es una solución viable a largo plazo.
- El segundo es luchar por la cooperación, una opción arriesgada para alguien que desea fuertemente una relación.
- El tercero es alejarse diciendo: en esencia, "si decide no apoyarme o unirse a mí, lo haré solo o buscaré a alguien más para que me brinde el apoyo o la compañía que necesito". Si bien esta opción puede parecer la más prometedora, también puede ser la más difícil para una persona que confía en una relación existente para su seguridad y autoestima..
Si este es el caso, entonces, ¿cómo duran las relaciones? La confianza es un componente esencial. Cuando confiamos en nuestro socio, estamos, en parte, confiando en que no se irán. También confiamos en que nuestro socio considerará nuestras necesidades y deseos al tomar decisiones que afectarán a ambos socios. Esta confianza se construye gradualmente. Si alguien demuestra ser confiable en pequeñas formas, corremos el riesgo de confiar en ellos aún más..
Las relaciones humanas son mucho más que el poder. Estas relaciones son sobre la intimidad, la amistad, el amor, el respeto, la curiosidad, la satisfacción, el intercambio, la comunicación y mucho más. A pesar de esto, sigue siendo cierto que quien quiera tener menos de una relación tiene más poder. En una buena relación, el poder se desplaza de un lado a otro, ya que cada socio considera las necesidades del otro y toma o cede el poder en consecuencia.