Síntomas y diagnóstico del síndrome de Fitz Hugh Curtis
También conocido como síndrome de perihepatitis gonocócica o perihepatitis, el síndrome de Fitz-Hugh-Curtis es un trastorno raro que ocurre en el 15-30% de las mujeres con enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). En raras ocasiones, el trastorno también puede ocurrir en mujeres sin EIP y en hombres..
Los síntomas
En el síndrome de Fitz-Hugh-Curtis, la inflamación del tejido hepático conduce a la formación de conexiones de tejido anormales (adherencias) entre el exterior del hígado y el interior del abdomen. En algunas personas, estas adherencias no causan síntomas. Otros pueden tener algunos o todos los siguientes síntomas asociados con Fitz-Hugh-Curtis:- Inicio repentino de dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen, sobre la vesícula biliar
- Dolor que puede haberse movido hacia el hombro derecho y dentro del brazo derecho
- Aumento del dolor al toser, estornudar o moverse.
- Náusea
- Vómito
- Escalofríos y fiebre
- Sudores nocturnos
- Dolores de cabeza
- Hipo
Causas comunes y diagnóstico
En general, un médico no puede ver ni sentir la presencia del síndrome de Fitz-Hugh-Curtis, por lo que el dolor abdominal superior puede ser la única forma de sugerir la dirección del diagnóstico. La presencia de una infección pélvica también proporcionaría una pista para el diagnóstico, ya que el trastorno es más comúnmente una complicación de la enfermedad inflamatoria pélvica (EPI), que es una infección del tracto genital superior en las mujeres. La infección es más a menudo causada por Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis.Sin la presencia de PID, el diagnóstico puede ser difícil, ya que muchas afecciones pueden causar dolor abdominal. En las mujeres, se realizarán cultivos cervicales de clamidia y gonorrea, ya que estas infecciones son las causas más comunes del síndrome de Fitz-Hugh-Curtis. Si hay infección, el recuento de glóbulos blancos (WBC) en la sangre será alto, al igual que la tasa de sedimentación del eritrocito (ESR).
El médico examinará al individuo para detectar afecciones comunes que tengan síntomas similares al síndrome de Fitz-Hugh-Curtis, como cálculos biliares, inflamación del hígado (hepatitis), cálculos renales o infección, y úlcera de estómago. La ecografía abdominal y la tomografía computarizada (TC) pueden ayudar a descartar estos trastornos. Una radiografía de tórax puede descartar una neumonía como causa de dolor al toser o estornudar.