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    Superar la tripanofobia o el miedo a las agujas

    La tripanofobia, o el miedo a las agujas, afecta a aproximadamente el 10 por ciento de los estadounidenses, pero no fue reconocida como una fobia específica en el Manual de Diagnóstico y Estadística (DSM), el manual que los clínicos utilizan para diagnosticar trastornos de salud mental, hasta el 1994 edición (DSM-IV). Este trastorno generalmente se conoce como “fobia a las agujas” por el público en general, pero es específico de las agujas médicas..

    Los síntomas

    Si tiene tripanofobia, puede tener miedo de recibir atención médica, especialmente inyecciones. Cuando debe someterse a un procedimiento médico, es probable que experimente presión arterial alta y un ritmo cardíaco elevado en las horas y días previos a su procedimiento. Sin embargo, en el momento del evento, su presión arterial puede disminuir rápidamente. Incluso puede desmayarse.

    Peligros

    Aparte de los síntomas físicos que generalmente acompañan a esta condición, la tripanofobia tiene el peligro adicional de alterar potencialmente el comportamiento. Las personas pueden evitar visitar al médico o al dentista para que no necesiten inyecciones.

    Aunque la fobia real es de agujas, puede conducir a un temor más generalizado de los proveedores de atención médica y dental. En casos extremos, el paciente puede negarse a recibir incluso chequeos de rutina.

    Causas

    Los científicos todavía no están seguros de qué causa la fobia a las agujas. Parece que se hereda, ya que aproximadamente el 80 por ciento de los que padecen la enfermedad tienen un pariente cercano que sufre la misma fobia. Sin embargo, es posible que el miedo sea aprendido en vez de heredado biológicamente..

    Algunos psicólogos evolutivos creen que el miedo puede estar enraizado en una antigua técnica de supervivencia. Las heridas punzantes pueden ser mortales, especialmente en los días previos a los antibióticos modernos. Es posible que el miedo a perforar la piel fuera una adaptación evolutiva..

    Tratamiento

    La terapia cognitiva conductual (TCC) ha sido muy eficaz en el tratamiento de la tripanofobia. A través de técnicas como la desensibilización sistemática, una variación de la terapia de exposición, puede aprender gradualmente a tolerar las agujas. Algunos expertos también han encontrado éxito en el uso de la hipnoterapia con sus pacientes..

    El objetivo de estas intervenciones es exponerlo gradualmente a las agujas en un entorno seguro y controlado, comenzando por ver una jeringa sin aguja, luego una jeringa con una aguja y, finalmente, permitirle manipular la aguja..

    Medicamentos sin agujas

    Por supuesto, al desarrollarse constantemente nuevas rutas de distribución de medicamentos, una persona con tripanofobia puede recibir un tratamiento importante sin estar expuesto a las agujas en absoluto..

    Por ejemplo, la inyección de chorro obliga a la medicación debajo de la piel usando presión alta. Los inyectores de chorro son menos dolorosos que una inyección de aguja, disminuyen el riesgo de pinchazos accidentales para los profesionales de la salud y son convenientes, ya que se pueden usar para automedicarse. Es probable que los inyectores de chorro lleguen a ser prominentes en el cuidado de la salud en el futuro..

    Los investigadores están trabajando en posibles formas sin agujas para evaluar el nivel de azúcar en la sangre de los diabéticos y realizar otras pruebas médicas necesarias. Sin embargo, hay algunos medicamentos que deben administrarse por vía intravenosa, lo que hace inevitable el uso de una aguja..

    El tratamiento puede ayudar

    La tripanofobia es una afección grave que debe tratarse, ya que podría llevarlo a perder la atención médica que necesita. Y si un ser querido tiene esta fobia, tome en serio sus preocupaciones. Con el tratamiento adecuado, es posible superar esta condición fóbica potencialmente grave.