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    ¿Por qué no funciona la terapia?

    Las intervenciones psicológicas se utilizan habitualmente en el tratamiento del trastorno de pánico, los ataques de pánico y la agorafobia. Aunque es una de las opciones de tratamiento más utilizadas, la psicoterapia no siempre es efectiva. Si ha probado la terapia con poco o ningún resultado, es posible que se pregunte por qué la terapia no funciona..

    Existen numerosas razones por las cuales la psicoterapia no puede ayudarlo a resolver sus problemas personales y manejar su trastorno de pánico. A continuación se enumeran algunos obstáculos comunes que pueden explicar por qué la terapia no funciona para usted. Esta lista puede ayudarlo a resolver posibles obstáculos con la terapia y tomar medidas para resolverlos..

    Incapacidad para comprometerse con la terapia.

    Cuando la terapia no funciona. Crédito de Getty Images: Eric Audras

    Las sesiones de terapia suelen durar cerca de una hora cada semana o cada dos semanas. Para aprovechar al máximo la terapia, deberá dedicar tiempo y esfuerzo tanto dentro como fuera de las sesiones de terapia. Es muy probable que su terapeuta le pida que complete las tareas asignadas entre sesiones. También se espera que participes activamente en las sesiones, lo que implicará explorar tus pensamientos y sentimientos y practicar nuevas habilidades..

    La terapia no solo requiere una inversión de su tiempo y dinero, sino que también implica un compromiso para trabajar hacia la superación personal. Muchas veces solo saldrás de la terapia lo que estés dispuesto a poner en ella. Si la terapia no ha tenido éxito, pregúntese si realmente ha dedicado el tiempo y el esfuerzo necesarios. Si descubre que su resistencia personal o su falta de motivación lo frenan, hable sobre estos problemas con su terapeuta..

    Problemas con su terapeuta

    Es posible que el primer terapeuta con el que se encuentre no sea el adecuado para usted. Cuando vea a un terapeuta por primera vez, pregúntese si siente que es una persona con la que se siente a gusto reuniéndose y abriéndose regularmente. Estarás trabajando estrechamente con tu terapeuta, revelando experiencias personales, expresando emociones profundas y practicando nuevas formas de ser. Es importante que se sienta cómodo con su terapeuta y confiado en sus habilidades para ayudarlo..

    Encontrar el terapeuta correcto implica considerar sus propias preferencias personales y verificar las calificaciones del terapeuta para trabajar con el trastorno de pánico. Los consejos para elegir un terapeuta incluyen encontrar una persona con la que tenga una buena comunicación, determinar si su terapeuta es competente en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, decidir si el sexo del terapeuta es importante para usted y sentir que su terapeuta posee empatía y comprensión de su condición. También querrá un terapeuta que tenga conocimientos sobre intervenciones terapéuticas que hayan demostrado ser eficaces en el tratamiento del trastorno de pánico, como la terapia cognitivo conductual o la psicoterapia psicodinámica centrada en el pánico..

    Problemas con el apoyo social.

    La familia y los amigos pueden jugar un papel importante en su proceso de recuperación. Al alentar su crecimiento personal, sus seres queridos pueden ser de gran ayuda para ayudarlo a tener éxito en sus esfuerzos terapéuticos. Al mismo tiempo, algunos seres queridos pueden complicar su proceso de tratamiento terapéutico.

    Como parte de la terapia, desarrollará nuevas habilidades y estrategias para controlar los síntomas de su trastorno de pánico. Algunos familiares y amigos pueden habilitarlo involuntariamente al no darle la independencia que necesitará para cambiar y crecer. Por ejemplo, su terapeuta puede sugerirle que practique la desensibilización, en la que se expone lentamente a situaciones que generan pánico. Un miembro de la familia demasiado protector puede convencerlo de que evite eventos y situaciones que le causen ansiedad. Escuchar a un facilitador solo contribuirá a sus continuos temores y dependencia de los demás.

    Algunas personas en su vida pueden sentirse intimidadas por su crecimiento personal y tratar de desalentarlo de realizar cambios positivos. Estas personas intentarán cualquier táctica para sabotear sus esfuerzos, como decirle que su terapeuta está equivocado o que usted se está perjudicando al cambiarse a sí mismo. Incluso pueden discutir con usted sobre su éxito o distanciarse completamente de usted..

    También es posible que tenga poco apoyo social para el trastorno de pánico fuera de la terapia. Mantenerse motivado para asistir a la terapia puede ser difícil si también está lidiando con la soledad. Si puede construir una red de apoyo social, puede sentirse alentado e inspirado entre las sesiones de terapia.

    Condiciones concurrentes

    Hay muchas afecciones médicas que a menudo ocurren con el trastorno de pánico. Algunos problemas comunes de salud coexistentes incluyen dolores de cabeza, síndrome del intestino irritable y enfermedad de reflujo ácido. Además, hay muchos trastornos de salud mental relacionados que son comunes entre las personas con trastorno de pánico. Algunas de estas afecciones incluyen depresión, trastorno de ansiedad social y trastorno de estrés postraumático.

    Si las enfermedades coexistentes permanecen sin ser reconocidas, pueden obstruir su progreso en la terapia. Tratar con el trastorno de pánico puede ser un reto por sí solo. El progreso terapéutico puede ser aún más difícil cuando tiene otra afección que enfrentar. Por ejemplo, si también experimenta síntomas de depresión, es posible que le resulte difícil mantener la energía y el interés en su bienestar personal..

    Si sospecha que está experimentando una afección relacionada, asegúrese de discutir sus inquietudes con su terapeuta. Si se le diagnostica una enfermedad adicional, su plan de tratamiento terapéutico debe reflejar el manejo de ambas afecciones..