Cribado electrodérmico
De acuerdo con los proponentes, el examen electrodérmico puede ayudar a detectar y tratar enfermedades como alergias, debilidad de órganos, intolerancias a los alimentos, deficiencias nutricionales y más.
Durante la evaluación, una persona generalmente sostiene una sonda en una mano, mientras que una segunda sonda toca otra parte del cuerpo. Una pequeña corriente eléctrica (que no puede ser detectada por la persona a la que se realiza la prueba) se envía a través del circuito y se realiza una lectura en un galvanómetro entre 0 y 100.
Se pueden tomar lecturas en diferentes lugares de la piel, correspondientes a los puntos de acupuntura, para determinar si existe un desequilibrio en la energía de una persona que pueda indicar una enfermedad. Además, una sustancia alergénica potencial puede colocarse en un soporte en el circuito; una lectura más alta en el galvanómetro sugiere una mayor sensibilidad a la sustancia, según los proponentes.
Una persona también puede ser examinada para diferentes tipos de tratamiento. Se pueden colocar muestras de varios remedios (como suplementos) en un soporte cuando la sonda toca el área afectada.
Actualmente hay una falta de evidencia científica que respalde el uso de la terapia electrodérmica para cualquier propósito de salud.
La investigación disponible incluye un estudio publicado en el British Medical Journal en 2003. Investigadores, liderados por el Dr. George Lewith de la Universidad de Southampton, compararon las pruebas electrodérmicas con las pruebas de sondas de piel, un método convencional para detectar alergias. Treinta participantes se inscribieron en el estudio, incluidos quince que dieron positivo para la alergia al ácaro del polvo doméstico o la caspa de gato con la prueba de pinchazo en la piel y quince que dieron negativo..
Tres examinadores evaluaron de forma independiente a cada participante para abordar las inquietudes de que los resultados de las pruebas pueden variar mucho entre diferentes examinadores (los críticos sostienen que los examinadores pueden aplicar inconscientemente una mayor presión sobre ciertos puntos de acupuntura, según sus expectativas).
El estudio encontró que los examinadores no pudieron identificar correctamente a los participantes con alergias predeterminadas. Además, ningún operador individual fue más confiable en la detección de alergias que otro, y ninguno de los participantes recibió un diagnóstico correcto de los tres examinadores.
Este estudio sugiere que las pruebas electrodérmicas no son efectivas para diagnosticar alergias a la caspa de gato y al ácaro del polvo doméstico. Debido al pequeño tamaño del estudio, se necesitan estudios más grandes y bien diseñados para evaluar aún más la efectividad de las pruebas electrodérmicas.