Disminución funcional general y prevención
Hay muchos tipos de deterioro funcional común relacionado con la edad. Éstos incluyen:
- Problemas de la vista, como degeneración macular, dificultad para leer, cataratas y glaucoma.
- Problemas de audición como pérdida de audición y tinnitus..
- Problemas de equilibrio
- Problemas de memoria y cerebro, incluyendo cambios en la condición mental o demencia.
- Debilidad en los huesos como osteopenia y osteoporosis..
Cómo progresa la declinación funcional
El deterioro funcional relacionado con la edad puede ser sutil: es posible que necesite anteojos para leer por primera vez, por ejemplo, o que se le diagnostique osteopenia. Sin embargo, también puede acelerar repentinamente y dejar a una persona mayor incapacitada para conducir, vivir sola o cuidar los aspectos básicos de la vida diaria (como bañarse, vestirse, ir al baño y comer).Hasta el 8% de las personas mayores de 65 años que viven en la comunidad, que es casi uno de cada ocho adultos mayores, necesita ayuda con una o más de estas tareas diarias básicas. Para las personas de edad muy avanzada (aquellos que tienen 85 años o más), aproximadamente el 56% de las mujeres y el 38% de los hombres necesitan ayuda en el hogar o en un centro donde reciben ayuda diaria..
Las enfermedades crónicas pueden llevar a un deterioro funcional gradual, pero el deterioro funcional puede ocurrir rápidamente cuando las personas mayores son hospitalizadas. De hecho, en un estudio de un grupo de pacientes de 74 años o más que fueron hospitalizados, los investigadores pudieron detectar el deterioro funcional al segundo día de sus estadías en el hospital. El estudio recomendó que los médicos tomen medidas para reducir el deterioro funcional en pacientes mayores hospitalizados..
Previniendo el declive funcional
Es posible evitar el deterioro funcional, pero es probable que requiera algo de trabajo y que no tenga éxito en todos los casos.Por ejemplo, un grupo de personas ancianas frágiles de 75 años o más participaron en un estudio de seis meses para ver si mejorar sus capacidades físicas, como su equilibrio, fuerza muscular, capacidad de transferencia de una posición a otra y movilidad, podría prevenir o ralentizar su deterioro funcional.
El estudio, que incluyó fisioterapia domiciliaria y otra educación y asesoramiento, logró disminuir el declive entre los moderadamente frágiles, pero no entre los severamente frágiles. Menos personas del grupo que recibió la terapia ingresaron a un asilo de ancianos en comparación con un grupo que no recibió la terapia física y otras intervenciones, pero la diferencia entre los dos grupos no fue estadísticamente significativa.
La clave para esto puede ser actuar antes para detener el deslizamiento hacia el declive funcional.
Un estudio, por ejemplo, encontró que los factores más importantes asociados con el deterioro funcional fueron la cantidad de días que la persona despegó de sus actividades regulares (más días de descanso es peor), la cantidad de comidas calientes por día (menos comidas calientes por día es peor), y el estado cognitivo. Además, las personas que creído su salud era peor que la del año anterior y era significativamente menos probable que mejorara su función.
Mientras tanto, la pérdida de peso y vivir solo parecían proteger contra el deterioro funcional.