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    Cómo saber si tienes un intestino perforado

    La perforación del intestino delgado o intestino grueso es una complicación grave y potencialmente fatal de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Un intestino perforado es una emergencia quirúrgica y necesita tratamiento inmediato para prevenir complicaciones adicionales, como una infección o incluso la muerte. Un intestino perforado es un agujero en la pared del intestino que puede ocurrir por una variedad de razones. No es común, pero debido a que es una situación de emergencia, conocer los signos y síntomas es importante, especialmente para las personas que tienen EII..
    Cualquier persona que esté preocupada de tener síntomas de una perforación intestinal debe comunicarse con un médico de inmediato. En el caso de síntomas agudos como sangrado abundante (desde el recto) y dolor abdominal intenso, busque atención en un departamento de emergencias local o llame a una ambulancia (marque el 911).

    ¿Qué tan común es la perforación intestinal??

    Un intestino perforado debido a la EII es, afortunadamente, un evento raro. El riesgo de perforación en las personas que tienen la enfermedad de Crohn se estima entre 1 y 3 por ciento a lo largo de la enfermedad. Las perforaciones son más comunes, sin embargo, durante el primer brote de colitis ulcerosa. El riesgo aumenta en particular cuando el primer brote es extremadamente grave en su naturaleza. También puede ocurrir una perforación cuando una enfermedad prolongada (como después de aproximadamente 8 a 10 años después del diagnóstico) hace que la pared del intestino se debilite debido a las ulceraciones profundas. Las paredes intestinales debilitadas son más susceptibles a desarrollar un agujero o una lágrima.

    Síntomas de una perforación intestinal

    Los síntomas de una perforación pueden incluir:
    • Dolor abdominal severo
    • Fiebre
    • Resfriado
    • Náusea
    • Sangrado rectal, a veces abundante.
    • Vómito

    Diagnóstico de una perforación intestinal

    Una perforación intestinal a menudo se diagnostica con base en la historia clínica y un examen físico del paciente. Tener muchos de los síntomas anteriores puede llevar a un médico a sospechar una perforación, especialmente para aquellos con enfermedad de Crohn o inflamación de larga duración de la EII.
    Algunas de las pruebas que se realizan para diagnosticar y encontrar una perforación incluyen pruebas de radiología, como una tomografía computarizada o una radiografía del abdomen. En algunos casos, se sospecha una perforación, pero es posible que no se encuentre el sitio real hasta que se realice una cirugía abdominal exploratoria. Una radiografía puede mostrar anomalías en el abdomen, como aire debajo del diafragma, que es el resultado de la perforación. Se puede realizar una tomografía computarizada porque puede mostrar la ubicación real de la perforación, lo que ayudará a diseñar un plan de tratamiento. Si el abdomen se palpa (lo siente un médico) durante el examen físico, puede sentirse muy rígido.

    Cómo se trata una perforación

    En algunos casos, una perforación puede tratarse con antibióticos para contrarrestar cualquier infección potencial, la colocación de una sonda nasogástrica y el descanso intestinal (nada para comer o beber). Este es un manejo conservador de una perforación y no se hace comúnmente.
    Más a menudo, se necesita cirugía para reparar la perforación y eliminar cualquier material de desecho que se haya filtrado desde el intestino hacia la cavidad abdominal. Si el contenido del intestino (que es un alimento que se está digiriendo y jugos biliares) ha ingresado en la cavidad abdominal, las bacterias presentes en la materia fecal pueden viajar a través del cuerpo y causar una infección masiva y potencialmente mortal (peritonitis).
    El tipo y la extensión de la cirugía necesaria dependerán de la gravedad de la perforación y del estado del paciente. En algunos casos, será necesario extirpar una porción del intestino. También puede ser necesaria una ileostomía o colostomía temporal para permitir que el intestino se recupere durante un tiempo..

    Una palabra de Verywell

    Las perforaciones intestinales no son comunes, incluso en personas con EII. Tener una EII grave con inflamación que ha causado úlceras profundas en el intestino es un factor de riesgo para una perforación intestinal. Los signos y síntomas de una perforación, como dolor abdominal significativo, fiebre y sangrado, necesitan la atención de un médico de inmediato y pueden ser una razón para pedir una ambulancia. Podría ser necesaria la cirugía, pero es importante reparar el desgarro rápidamente para evitar un peor resultado.