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    Una descripción de la Sacroiliitis

    La sacroileitis es simplemente una inflamación de la articulación sacroilíaca (SI) que se encuentra en el hueso de la cadera. Esto puede conducir a síntomas de dolor en la parte baja de la espalda y las nalgas..
    La articulación sacroilíaca. La sacroilitis puede ser causada por una serie de condiciones médicas diferentes, incluidos algunos tipos de dolor inflamatorio de espalda. La presencia o ausencia de sarcoiliitis crónica es una pista clave en el diagnóstico de dolor de espalda inflamatorio debido a varias formas de espondiloartritis, incluida la espondilitis anquilosante, que puede ser causada por varias razones.

    Los síntomas

    La sacroilitis a menudo se siente como un dolor profundo en la parte baja de la espalda o en las nalgas que mejora con la actividad. También puede afectar la extensión completa de la extremidad inferior, desde la zona de la ingle hasta los pies..
    El dolor de la sacroileitis tiende a empeorar por la noche o temprano en la mañana. A menudo se exacerba con la situación también. Subir escaleras, caminar con grandes zancadas y correr son otras actividades con pesas que empeoran el dolor.
    Dependiendo de la causa subyacente de su sacroilitis, puede experimentar otros síntomas además de los que resultan directamente de la inflamación de la articulación SI. Por ejemplo, las personas con sacroilitis debida a espondilitis anquilosante pueden experimentar síntomas de inflamación de otras articulaciones o dolor ocular relacionado con uveítis..
    Un resumen de la espondilitis anquilosante

    Causas

    Ilustración de JR Bee, Verywell
    Hay una serie de diferentes causas de la sacroileitis. Éstos incluyen:
    • Artritis inflamatoria (como espondilitis anquilosante)
    • Osteoartritis
    • Lesión de la articulación por traumatismo.
    • Infección
    El embarazo también puede causar temporalmente inflamación de la articulación, debido al peso agregado en su espalda.
    A veces, la sacroileitis es el resultado de un dolor inflamatorio de espalda de un grupo de trastornos relacionados conocido como espondiloartritis (también conocida como espondiloartropatía). Estas condiciones relacionadas parecen ser el resultado de una combinación de causas genéticas y ambientales. La espondilitis anquilosante es un tipo de espondiloartropatía.
    Por ejemplo, las personas con variaciones de ciertos genes tienen más probabilidades de contraer una forma de espondiloartropatía que causa sacroilitis..

    Diagnóstico

    Una combinación de imágenes y pruebas de laboratorio puede ayudar con el diagnóstico..

    Herramientas de imagen

    Un examen físico y un examen médico son herramientas de diagnóstico importantes y pueden proporcionar muchas pistas sobre el problema subyacente.
    Para evaluar de forma definitiva la presencia de sacroilitis, su médico necesitará pruebas de imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas..
    Esos pueden ayudar a abordar la presencia de la sacroileitis en sí, pero los médicos también deben diagnosticar la causa subyacente de la sacroileitis..
    Una radiografía muestra lo que sucede en sus huesos, por lo que es una buena herramienta para seguir los cambios en sus huesos pélvicos y espinales a medida que avanza la enfermedad. Durante décadas, la radiografía fue la única prueba de imagen utilizada para diagnosticar la sacroileitis (y la espondilitis). Sin embargo, el problema con el uso de rayos X es que pueden pasar años hasta que la evidencia de la afección se haga evidente..
    Las MRI especializadas suelen ser las más útiles de todas las opciones de diagnóstico por imágenes. Estas técnicas permiten a los médicos ver la inflamación activa que es responsable de los cambios en los huesos (que luego se recogen con rayos X o TC). Por esta razón, el uso de la RMN, en algunos casos, ha acelerado considerablemente el tiempo que tardan los pacientes. Para obtener un diagnóstico preciso de su dolor articular SI.
    Si se cree que una persona tiene algún tipo de espondiloartritis inflamatoria, la presencia o ausencia de sacroileítis a través de rayos X o TC a veces se usa para ayudar a determinar el tipo de espondiloartritis presente. Por ejemplo, las personas con espondilitis anquilosante suelen mostrar una sacroileitis que puede observarse mediante rayos X o TC (así como resonancia magnética). Las personas con otras formas pueden tener sacroilitis que solo se pueden ver con una resonancia magnética.

    Pruebas de laboratorio

    Otras pruebas de laboratorio a veces también son útiles para evaluar las causas subyacentes de la sacroilitis. Estos podrían incluir:
    • Pruebas de infección
    • La prueba genética para HLA-B27 (que podría indicar una forma de espondiloartritis)
    • Pruebas de PCR o ESR (que también podrían indicar una condición inflamatoria subyacente)

    Tratamiento

    El tratamiento de la sacroilitis variará según la causa subyacente. Por ejemplo, dependiendo de la gravedad de sus síntomas y la causa subyacente, su médico puede recomendar:
    • medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
    • medicamentos para aliviar el dolor
    • relajantes musculares
    • inyecciones de corticosteroides
    • antibióticos (por una causa infecciosa)
    • denervación por radiofrecuencia
    Si tiene sacroilitis por una espondiloartritis como la espondilitis anquilosante, los medicamentos conocidos como bloqueadores de TNF-alfa pueden ser beneficiosos. Algunas opciones potenciales son:
    • Enbrel (etanercept)
    • Remicade / Inflectra / Renflexis (infliximab)
    • Humira (adalimumab)
    La fisioterapia y el ejercicio regular a menudo también pueden ser muy útiles. En terapia física, obtendrás un programa de ejercicios a medida que incluye ejercicios de estiramiento, fortalecimiento y postura..
    Rara vez se necesita cirugía para el tratamiento de la sacroileitis, pero a veces un procedimiento de fusión de una articulación puede ser útil si otros métodos no son efectivos..

    Una palabra de Verywell

    Puede ser frustrante sentir que el dolor le impide participar en las actividades que más disfruta. Sepa que hay recursos disponibles para ayudarlo con su dolor y evitar que empeore con el tiempo. ¡No te rindas! Al trabajar en estrecha colaboración con su equipo médico, usted podrá controlar su afección de la mejor manera posible..
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