Beneficios ocultos y perjuicios de la queja
Muchas técnicas efectivas de manejo del estrés se enfocan en los beneficios de una perspectiva positiva. El pensamiento positivo trae grandes beneficios, y una actitud alegre puede ser contagiosa de la manera más placentera. Un enfoque constante en lo negativo puede oscurecer muchas de las alegrías de la vida, puede amortiguar una actitud de gratitud y puede experimentarse como un "drenaje de energía" para otros..
Dicho esto, quejarse es un pasatiempo que se puede encontrar en la mayoría de los grupos, si no en la mayoría de las personas. Hay algunos beneficios para aliviar el estrés de las quejas, aunque disminuyen cuando las quejas se deslizan hacia un modo más serio de enojo y rumia. Expresar frustraciones en pequeñas dosis, sin embargo, tiene su lugar como un calmante para el estrés. Estas son algunas de las razones por las que las personas suelen ser propensas a quejarse..
A veces necesitamos "ventilar"
Como una botella agitada de bondad carbonatada, cuando estamos bajo presión, a veces podemos sentir la necesidad de "explotar" en las quejas. Dejarlo salir puede aliviar la tensión interna que sentimos en una situación difícil y ayudarnos a sentirnos preparados para enfrentar la próxima frustración. A veces solo necesitamos desahogarnos expresándonos.
La validación se siente bien
A menudo, cuando nos sentimos frustrados o nos sentimos mal de alguna manera, sentir la validación emocional de otra persona es como un bálsamo para nuestros egos heridos. Escuchar a alguien decir: "Sé cómo te sientes. ¡También me sentiría frustrado!" Puede sentirse como un cálido abrazo. Después de recibir una rápida validación, como los niños que han recibido un beso de mamá, nos sentimos confiados para aventurarnos y enfrentar nuestros problemas.
Las soluciones pueden sentirse aún mejor
Abordar un problema como equipo puede unir las fortalezas de varias personas a la vez. Quejarse ante los demás por lo que te está molestando te abre sus opiniones y quizás algunas soluciones que no habías pensado. Las personas a menudo se quejan de quejas para pedir ayuda..
Puede que necesitemos otra perspectiva
Cuando estamos demasiado cerca de una situación, es común ver solo nuestra propia perspectiva y ver los problemas que enfrentamos como magnificados y, a veces, distorsionados. A veces es útil decirle a un amigo de confianza a qué nos enfrentamos y ver si hay algo que no estamos viendo o si hay una manera diferente de ver la misma situación. Si estamos abiertos a escuchar nuevos comentarios, puede ser muy útil salir de nuestro propio punto de vista y ver qué piensan los demás de nuestras quejas. A veces, mirar algo de una manera diferente puede disolver nuestra ira y frustraciones, o puede abrir nuevas soluciones y posibilidades para sobrellevar la situación..
Puede que necesitemos construir motivación
Algunas veces sabemos que necesitamos hacer un cambio, pero simplemente no estamos listos para asumir los riesgos y hacer el esfuerzo todavía. Necesitamos construir motivación. Centrarse en lo difícil de una situación puede ser una forma de generar motivación para hacer un cambio. Es parte del proceso de llegar allí..
Quejarse se hace las cosas
Así como "la rueda chirriante obtiene el aceite", a veces expresar las quejas es una forma de arreglar las cosas. Si se queja a alguien que está en condiciones de hacer cambios, y si utiliza un enfoque diplomático, las quejas de esta manera pueden ser mucho más eficaces para aliviar el estrés que no decir nada, ya que el enfoque de "queja educada" puede obtener resultados..
Sin embargo, las quejas también pueden ser perjudiciales. Cuando unas pocas sesiones de ventilación se convierten en un hábito continuo, o algunas personas que desahogan sus frustraciones se convierten en un grupo de quejas constantes, nos adentramos en un territorio más inductivo. Éstos son algunos de los escollos de demasiado quejarse.
Enfocarse en el problema, no en soluciones potenciales
Si bien las quejas pueden ser un medio para generar motivación, mantiene el enfoque en el problema en lugar de en soluciones potenciales. Si pasa demasiado tiempo quejándose, puede trabajar en un lugar de aceptación resignada, de rabia total o de sentirse "atascado", en lugar de motivarse a cambiar..
Perspectiva pesimista
La investigación muestra que hay muchas ventajas para una perspectiva optimista y escollos para una pesimista. Las actitudes pueden funcionar como hábitos: nos acostumbramos a pensar de cierta manera y comenzamos a tomar esa perspectiva automáticamente. Un enfoque habitual en lo negativo puede traer una perspectiva habitualmente pesimista..
La ira flotante
Cuando te enfocas en las cosas de las que las personas se quejan de manera crónica, corres el riesgo de enfadarte cada vez más. Esta ira puede cobrar vida propia y usted puede comenzar a sentirse más enojado por cada vez más cosas. Este enojo puede llevar a problemas de salud y relaciones y no es bueno para usted.
Grupos negativos
Quejarse puede ser contagioso. Lo que podría comenzar como un grupo de personas que se ofrecen mutuamente validación y solidaridad a veces puede comenzar a parecerse a una multitud enojada. Si descubre que usted y sus amigos se quejan habitualmente de las mismas cosas y no se sienten mejor después, puede ser el momento de ver nuevos temas de enfoque..
Drenar en otros
Si no tienes el apoyo del grupo, esto también puede ser perjudicial. Aquellos que se quejan frecuentemente pueden ser experimentados como "vampiros de energía" por otros. Tenga cuidado de que sus quejas no sean tan pesadas que abruman a su interlocutor.
Los problemas de los que nos quejamos a menudo necesitan soluciones, y el estrés de estos desafíos debe minimizarse y gestionarse. Claramente, las quejas tienen algunos beneficios y pueden ser una forma de aliviar el estrés, en pequeñas dosis. Pero quejarse excesivamente de los problemas, grandes o pequeños, simplemente no es una solución efectiva. Recorte las quejas y es mucho más probable que vea el mundo con optimismo y gratitud. ¿Pero cómo uno deja de quejarse? Aquí hay algunos consejos para probar.