Síntomas y tratamiento de la enfermedad mitocondrial
La enfermedad mitocondrial puede ser difícil de diagnosticar porque la enfermedad puede presentarse con una amplia variedad de síntomas, que van desde leves a graves. Hay cientos de diferentes tipos de enfermedades mitocondriales. El tipo que tienes depende de qué células están afectadas. Los problemas pueden comenzar al nacer u ocurrir más tarde. La mayoría de los casos se diagnostican durante la infancia, aunque los casos de aparición en adultos son cada vez más comunes. La enfermedad mitocondrial afecta a entre 40,000 y 70,000 estadounidenses, y ocurre en uno de cada 2,500 a 4,000 nacimientos.
La enfermedad mitocondrial es una condición genética. La enfermedad puede ser heredada de tus padres o el resultado de una mutación aleatoria en tu ADN. Las mitocondrias también pueden lesionarse por el uso de drogas o el daño causado por los radicales libres (moléculas destructivas). Una gran cantidad de mutaciones genéticas pueden causar la enfermedad. Sin embargo, la misma mutación en dos personas diferentes podría no producir los mismos síntomas..
Signos y síntomas
Debido a que las mitocondrias están presentes en el 90 por ciento de nuestras células, puede afectar una variedad de órganos, incluyendo el cerebro y los músculos. Los sistemas más afectados suelen ser el cerebro, el corazón, el hígado, los músculos esqueléticos, los riñones y los sistemas endocrino y respiratorio. Los síntomas que tiene dependen de las células y órganos afectados, que pueden incluir:- Cerebro: retrasos en el desarrollo, retraso mental, convulsiones, demencia
- Nervios: debilidad, dolor
- Músculos: debilidad, tono bajo, calambres, dolor
- Enfermedad del corazón
- Ojos espasmos, pérdida de la visión
- Enfermedad del riñon
- Problemas respiratorios
- Pérdida de la audición
Tratamiento
La mayoría de los casos de enfermedad mitocondrial se pueden diagnosticar mediante una biopsia muscular. Otras opciones de prueba incluyen análisis de sangre, pruebas genéticas y pruebas de enzimas. Las biopsias musculares y otras pruebas pueden ser muy costosas, lo que hace que los casos se diagnostiquen solo en la presentación clínica.No hay cura para la enfermedad mitocondrial. Ciertos suplementos de tiamina (B1), riboflavina (B12), vitamina C, vitamina E, ácido lipoico y coenzima Q10 pueden ayudar a tratar ciertos aspectos de la enfermedad. Evitar el estrés también puede ayudar a reducir los síntomas..
Los investigadores actualmente están investigando medicamentos que podrían bloquear la acumulación de ácido láctico asociada con la enfermedad mitocondrial. Otros están probando dietas muy bajas en carbohidratos para reducir la carga de trabajo de las mitocondrias.