Lo que debe saber sobre el miedo a conducir
Aunque carece de un nombre oficial, el miedo a conducir es increíblemente común y puede ser leve o grave. Algunas personas temen solo situaciones específicas de conducción, como conducir en tormentas o en autopistas, mientras que otras temen simplemente sentarse detrás del volante.
Fobias relacionadas
A menudo, otras fobias pueden estar relacionadas con el miedo a la conducción, especialmente una o más de las siguientes:
- Agorafobia - El miedo a conducir se asocia comúnmente con la agorafobia. Definido de manera general como el miedo a ser atrapado cuando ocurre un ataque de pánico, la agorafobia conduce a evitar situaciones que se sienten amenazantes. Conducir es uno de los grupos principales en los que se manifiesta la agorafobia. Los puentes, túneles y largos tramos desiertos de carreteras son particularmente difíciles para muchas personas con agorafobia.
- Claustrofobia - El miedo a conducir a veces se relaciona con la claustrofobia. El miedo a los espacios cerrados, la claustrofobia se desencadena fácilmente por los límites relativamente pequeños de un automóvil. Algunas personas con claustrofobia informan que su miedo es peor que los pasajeros, mientras que otras tienen más miedo de ser el conductor..
- Ansiedad de rendimiento - Conducir es una gran responsabilidad. No solo debe administrar su propia seguridad, sino también la de sus pasajeros y otras personas en la carretera. Aquellos que sufren de miedo escénico u otros temores relacionados con el rendimiento pueden sentirse incómodos al confiar en sus propias habilidades de conducción. El miedo puede aumentar cuando los pasajeros están presentes, especialmente para aquellos con fobia social.
- Miedo a los accidentes - Aquellos que sufren de disticifobia, o el miedo a los accidentes, tratan de evitar situaciones que aumentan el riesgo de peligro físico. Además, una aversión al riesgo más general también puede aumentar el miedo. Como una actividad inherentemente riesgosa, conducir tiene el potencial de desencadenar fobias basadas en el riesgo.
- Miedo al viaje - El miedo a los viajes, la hodofobia, abarca temores de todas las formas de transporte. Muchas personas con esta fobia se sienten cómodas conduciendo a lugares conocidos, pero tienen miedo de explorar nuevos destinos o rutas.
- Miedo a la autoridad - Un ligero nerviosismo en torno a las figuras de autoridad es natural, pero algunas personas están realmente aterrorizadas de cualquier contacto con la autoridad. Las personas con esta fobia a menudo tienen miedo cuando conducen alrededor de coches de policía, camiones de bomberos o ambulancias. También puede ser reacio a negociar semáforos, rotondas y otras situaciones desconocidas por temor a hacer algo mal..
Fobia de conducción simple
El miedo a conducir no siempre está vinculado a otra fobia. Muchas personas experimentan una fobia de conducción simple que no es complicada por otros temores. Una fobia de conducción simple puede ser causada por diferentes factores, incluyendo:
- Mala experiencia: Si ha estado en un accidente automovilístico, puede correr un riesgo elevado de tener miedo a conducir. Otros posibles desencadenantes incluyen conducir a través de una gran tormenta, perderse, ser detenido o conducir en un tráfico inusualmente intenso. La situación negativa no tiene por qué haberte sucedido. Ser testigo de un accidente particularmente grave en persona o en la televisión, o conocer a alguien que lo sufrió, podría ser suficiente para desencadenar este temor..
- Familia o amigos: La forma en que sus padres y amigos tratan la conducción puede influir en cómo se siente al respecto. Si uno o ambos padres son conductores especialmente cautelosos, no es raro que internalicen sus preocupaciones. Algunas personas desarrollan un temor después de ver películas educativas especialmente espantosas para conductores o pantallas de Madres contra la conducción ebria.
Algunas fobias al volante carecen de una causa clara. Algunas personas descubren que su miedo se desarrolla repentinamente, después de años de experiencia exitosa de manejo. Otros simplemente nunca tienen el deseo de aprender a conducir. Afortunadamente, no es necesario encontrar la causa para tratar la fobia..
Tratar la fobia al conducir
Siempre es mejor buscar tratamiento profesional para cualquier fobia al conducir para asegurarse de que no haya otra afección, como agorafobia o claustrofobia. Si no se trata, incluso una fobia al conducir relativamente leve puede empeorar con el tiempo.
Las opciones de tratamiento para una fobia de conducción simple van desde sesiones de terapia individual a seminarios, sesiones de exposición grupal y clases psicoeducativas. La terapia de exposición puede ser una forma particularmente buena de superar esta fobia. Algunas personas consideran que trabajar con un instructor de manejo privado es un complemento útil para las soluciones de tratamiento de salud mental.
El miedo a conducir puede tener un gran impacto en prácticamente todas las áreas de su vida. Sin embargo, con la asistencia profesional y el trabajo arduo, no hay razón para convertirse en prisionero de su miedo..