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    Señales de que estás listo para un reemplazo de cadera

    Un reemplazo total de cadera es una cirugía mayor y algo que no debe tomarse a la ligera. Para todos sus beneficios, el procedimiento conlleva ciertos riesgos y exige un programa de rehabilitación con el que tendría que comprometerse..
    La antigua máxima solía ser que la cirugía de reemplazo de cadera solo debería perseguirse cuando usted, como paciente, "ya no puede soportar el dolor". Hoy en día, con los avances en el procedimiento, la razón puede no ser tan relevante, pero sí apunta a la seriedad de esta decisión..
    Estos son algunos consejos generales para ayudarlo a evaluar si ahora es el momento adecuado para un reemplazo de cadera..

    Señales de que estás listo para el reemplazo de cadera

    Como regla general, la cirugía de reemplazo está indicada cuando un problema de cadera está reduciendo significativamente su calidad de vida y restringiendo su capacidad para realizar las tareas cotidianas que otros en su grupo de edad pueden realizar. Esa es una descripción bastante amplia y decidir si cumple o no los criterios es a menudo subjetivo.
    Desde un punto de vista más práctico, un reemplazo de cadera suele estar indicado si experimenta todo lo siguiente:
    • Tiene dolor en la cadera que lo mantiene despierto o lo despierta por la noche.
    • El dolor limita su capacidad para levantarse de una silla, subir escaleras o subirse a un automóvil.
    • El dolor hace que sea menos posible que las actividades se involucren en actividades simples que le den placer, como caminar, ir de compras o nadar..
    • Has probado otros tratamientos durante varios meses o más y aún tienes dolor persistente.
    Por importantes que sean estos factores, no son los que toman en cuenta una decisión. Usted y su médico también necesitarían tener acceso a la forma en que toleraría la cirugía, teniendo en cuenta aspectos como su edad, su densidad ósea y su salud general (incluidas las afecciones que pueden contraindicar la cirugía)..

    Señales de que no está listo para el reemplazo de cadera

    Decidir cuándo no hacerse una cirugía es tan importante como decidir cuándo. En general, la cirugía de reemplazo de cadera es menos imperativa en las siguientes circunstancias:
    • Es posible que su dolor de cadera lo haga más lento, pero en realidad no limita las actividades normales..
    • Puede obtener alivio de tratamientos menos invasivos, como medicamentos o terapia.
    • Aún no has probado ningún tratamiento menos invasivo..
    • Aún puede hacer cosas como caminar, nadar y comprar, incluso si no puede hacer actividades más intensas como esquiar, correr o jugar bolos..
    A las personas que cumplen con estos criterios se les suele recomendar tratamientos más conservadores, no quirúrgicos, como fisioterapia, ayudas ambulatorias, medicamentos para aliviar el dolor y descanso..
    Uno de los aspectos importantes del dolor artrítico de cadera es que los síntomas tienden a aumentar y disminuir en su gravedad. Si bien el dolor artrítico a menudo puede ser severo, la decisión de tener un reemplazo de articulación no debe tomarse basándose en el brote ocasional, sino en el dolor persistente que causa una discapacidad significativa y no responde a tratamientos no invasivos.

    Qué hacer a continuación si se indica la cirugía

    Si llega a la etapa en la que está listo y es elegible para un reemplazo de cadera, el siguiente paso sería sentarse con su médico para describir el plan de acción. Esto incluye la divulgación completa de lo que implicarán la cirugía y la atención postoperatoria. Entre los temas de discusión:
    • Debe revisar qué implantes de reemplazo de cadera son los más adecuados para usted..
    • Comprender el procedimiento en sí mismo es clave para la recuperación. Cuanto más entienda lo que está por venir, mejor estará preparado para los desafíos y cualquier hipo que pueda encontrar..
    • Los riesgos de la cirugía también deben detallarse para que usted pueda tomar una decisión completamente informada. Esto incluye el riesgo de infección, lesión nerviosa, coágulos de sangre y complicaciones de la anestesia.
    • Se le debe guiar a través de los pasos, desde lo que sucede el día antes de la cirugía hasta el momento en que se lo llevan a la sala de recuperación..
    • Finalmente, sobre la base de una revisión de su salud general, debe tener una discusión en profundidad acerca de lo que conlleva la recuperación y rehabilitación postoperatorias. Esto requiere un compromiso de su parte para no solo seguir el programa de rehabilitación según lo prescrito, sino también trabajar con su aseguradora para obtener terapia física y asistencia médica en el hogar si es necesario..
    Trabajar estos detalles por adelantado puede dar resultados significativos en términos de una recuperación más suave y una mayor tranquilidad. Si no puede obtener la información que necesita, no dude en buscar una segunda opinión de un especialista en cirugía ortopédica calificado.