Terapia física después de la cirugía de liberación lateral de rótula
La rótula (rótula) es un hueso en la parte frontal de la articulación de la rodilla que ayuda a mejorar el rendimiento del músculo cuadriceps en la parte superior del muslo. Hay un surco en el extremo del fémur (hueso del muslo) donde reside la rótula. Si la rótula se sale de su ranura y luego se vuelve a colocar rápidamente en su lugar, se ha producido una subluxación. Si la rótula se sale de su ranura y permanece fuera de lugar, se ha producido una dislocación completa de la rótula..
Si ha sufrido una dislocación de la rótula, entonces puede comprender lo dolorosa que puede ser esta afección. Una rótula dislocada puede causar pérdida de la amplitud de movimiento de la rodilla, hinchazón alrededor de la rodilla o pérdida de fuerza en los músculos que soportan la rodilla. Puede limitar su capacidad para caminar, correr o funcionar normalmente en sus actividades diarias..
Después de dislocar la rótula, su médico reducirá la dislocación. Esto significa que la rótula será empujada manualmente hacia atrás en la ranura al final del hueso del muslo. Es posible que se le remita a terapia física para el tratamiento de la rótula dislocada. Allí puede trabajar para recuperar la movilidad y la función normales de la rodilla y para disminuir el dolor de rodilla..
Si bien la terapia física para una rótula dislocada puede ser exitosa, ocasionalmente la rótula continúa dislocándose. Esto puede ser causado por la tensión en las estructuras en la parte externa de la rótula o por la debilidad en los músculos que soportan la rodilla. Esta dislocación frecuente puede causar mucho dolor y limitar la actividad recreativa, atlética o laboral normal..
Cirugía para una rótula dislocada
Si ha sufrido una dislocación recurrente de la rótula o si ha sufrido una dislocación grave, la cirugía puede ser una opción para usted. El procedimiento quirúrgico que se realiza con mayor frecuencia para una rótula dislocada es una cirugía de liberación lateral. Durante esta cirugía, el tejido apretado en la parte externa o lateral de la rodilla se corta y se alarga. Esto permite que la rótula se asiente correctamente en su ranura..Inmediatamente después de la cirugía, se le puede pedir que debilite un inmovilizador de rodilla para mantener la articulación protegida y en una posición de extensión. Asegúrese de que entiende cómo sujetar su inmovilizador y de que lo está usando correctamente.
Terapia física después de la cirugía de liberación lateral
Tratamiento inicialDespués de una cirugía de liberación lateral, puede ser remitido a fisioterapia. Lo más probable es que su terapia comience con una evaluación inicial donde se tomarán las medidas de rango de movimiento, fuerza e hinchazón. Es posible que su médico requiera que use una rodillera, y su fisioterapeuta puede verificar que lo esté usando correctamente..
Los objetivos iniciales de la terapia física después del lanzamiento lateral son mejorar la movilidad y la fuerza, progresar caminando con muletas a caminar sin dispositivo y controlar el dolor y la hinchazón. Esto se logra mediante técnicas de tratamiento comunes que pueden incluir:
- Ejercicios de rodilla
- Ejercicios de cadera
- Hielo
- Ultrasonido
- Estimulación eléctrica
- Entrenamiento de la marcha
Fase de protección mínima
Aproximadamente entre cuatro y cinco semanas después de la cirugía, debería poder tolerar más estrés y fuerza a través de la rodilla. Probablemente ya no necesite muletas para caminar, y su nivel de dolor e hinchazón debe ser mínimo. En este punto, su médico también puede pedirle que deje de usar la rodillera. Siempre es mejor consultar con su médico y fisioterapeuta para asegurarse de cuándo debe dejar de usar el aparato ortopédico. Es posible que aún necesite usar la abrazadera para una actividad atlética o vigorosa..
También puede comenzar a trabajar para restablecer el equilibrio normal durante esta fase después de la cirugía. Se pueden realizar ejercicios básicos de equilibrio para ayudar a garantizar que la rodilla funcione correctamente..
Los ejercicios para restaurar la fuerza y movilidad normales son el enfoque principal en esta fase. Se pueden iniciar ejercicios avanzados de fortalecimiento de la cadera para ayudarlo a volver a la caminata y la carrera normales. Aproximadamente ocho semanas después de la cirugía, la caminata debería ser normal y usted debería ser capaz de tolerar el trote ligero. Una vez más, asegúrese de trabajar en estrecha colaboración con su cirujano y fisioterapeuta para asegurarse de que está listo para correr y correr.
Volver a la función normal
La fase de retorno a la función debe centrarse en los ejercicios que ejercen una tensión máxima en la rodilla para garantizar que la rótula y las estructuras de soporte puedan tolerar las cargas que puede encontrar durante sus actividades normales. Si regresa a los deportes, los ejercicios pliométricos pueden ayudarlo a prepararse para tolerar correr, comenzar y detenerse, y saltar..
Una advertencia importante al saltar y aterrizar: asegúrese de mantener las rodillas directamente sobre los tobillos y los dedos de los pies. No permita que sus rodillas se deslicen hacia adentro mientras salta y aterriza. Su PT puede mostrarle la mejor manera de trabajar en esto.