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    Lesiones deportivas comúnmente perdidas o mal diagnosticadas

    Los atletas a menudo se acostumbran a sentir pequeñas molestias y dolores de vez en cuando, pero algunas molestias leves pueden ser una lesión más grave. De hecho, hay varias lesiones deportivas que con frecuencia se pasan por alto, se pasan por alto o se diagnostican incorrectamente..

    Lesiones deportivas que son comúnmente mal diagnosticados 

    1. conmoción cerebral

    Un impacto severo o golpe en la cabeza puede resultar en una sacudida del cerebro que tiene consecuencias a corto y largo plazo. Si no se trata, una conmoción cerebral puede llevar a una hemorragia cerebral lenta. Las conmociones cerebrales repetidas pueden causar daños extensos y pueden llevar a problemas a largo plazo con la memoria u otras funciones cerebrales. Una lesión en la cabeza siempre debe ser revisada por un médico.

    2. Ruptura del tendón de Aquiles

    El tendón de Aquiles es un tendón grande y vulnerable. Une los dos músculos de la pantorrilla (gastrocnemio y sóleo) al hueso del talón (calcáneo). Una ruptura ocurre cuando el tendón está parcial o completamente separado. Debido a que una ruptura parcial puede provocar muy poco dolor, a menudo se diagnostica erróneamente como una distensión o esguince de la pantorrilla. Un signo clásico de una ruptura del tendón de Aquiles es un sonido de "estallido" y un dolor agudo en la parte posterior de la pierna. Debido a que esta lesión no se cura por sí sola, es importante consultar a un médico para confirmar el diagnóstico..

    3. Lesiones de rodilla del ligamento cruzado anterior (LCA)

    Una lesión de LCA generalmente ocurre cuando el ligamento se estira más allá de su límite y se desgarra. A menudo diagnosticado erróneamente como un esguince o una distensión colateral de la rodilla del ligamento, esta lesión es común en los deportes que requieren paradas y giros bruscos, como el fútbol, ​​el fútbol y el baloncesto. Un desgarro de LCA con mayor frecuencia requiere reparación quirúrgica y rehabilitación extensa, por lo que una visita a un médico es fundamental.

    4. Las fracturas de escafoides de la muñeca

    Esta lesión en la muñeca a menudo ocurre por una caída en un brazo extendido. El escafoides (navicular) es un hueso pequeño en la muñeca que es uno de los 8 huesos del carpo. Este hueso se encuentra debajo del pulgar y tiene un suministro de sangre único que puede romperse fácilmente con una fractura. Debido a que los síntomas de una fractura de escafoides son similares a un esguince, a menudo se pasa por alto y se puede diagnosticar erróneamente. El correcto diagnóstico y tratamiento son esenciales para la curación..

    5. Las fracturas por estrés

    Las fracturas por estrés a veces son difíciles de diagnosticar debido a la vaga incomodidad y al dolor generalizado sobre los huesos con la lesión (generalmente la parte inferior de la pierna y el pie). Aparecen lentamente con el tiempo y, a menudo, son provocadas por lesiones acumulativas en los músculos y los huesos. Son un tipo común de sobreuso o sobre entrenamiento. Las fracturas por estrés se producen cuando los músculos se fatigan o se sobrecargan y ya no pueden absorber el estrés o el choque y el impacto repetido. Los músculos fatigados transfieren esa tensión al hueso cercano y el resultado es una pequeña grieta (fractura) en el hueso. Son comunes en los corredores que recientemente han aumentado el tiempo o la intensidad de su ejercicio. A menudo se diagnostica inicialmente como calambres en las espinillas, tensión muscular o tendinitis. Esta lesión solo se cura con el descanso. Si no se trata, pueden ocurrir problemas crónicos. Un viaje a un médico es esencial para diagnosticar esta lesión..

    6. Fracturas de talus

    El astrágalo es uno de los huesos más importantes de la articulación del tobillo porque permite que el calcáneo (talón) y los huesos de la parte inferior de la pierna (la tibia y el peroné) se articulen suavemente entre sí. Inicialmente, muchas fracturas de astrágalo se confunden con esguinces y esguinces de tobillo, ya que los síntomas incluyen dolor, hinchazón, moretones y la incapacidad de soportar peso. Las causas comunes de las fracturas del astrágalo están cayendo desde una altura y aterrizando en los pies, accidentes de automóvil y motocicleta, accidentes a caballo y otros impactos traumáticos en la parte inferior de la pierna y el pie. Es esencial contar con atención médica y realizar imágenes apropiadas para descartar una fractura ósea.