Entendiendo la Iniciativa contra la culpa
Iniciativa versus culpa es la tercera etapa de la teoría del desarrollo psicosocial de Erik Erikson. Esta etapa ocurre durante los años preescolares, entre los 3 y los 5 años de edad. Durante la etapa de iniciativa contra culpa, los niños comienzan a afirmar su poder y control sobre el mundo a través de la dirección del juego y otras interacciones sociales..
Echemos un vistazo más de cerca a algunos de los principales eventos que tienen lugar en esta etapa del desarrollo psicosocial..
Vista rápida:
- Conflicto psicosocial: Iniciativa versus culpa
- Pregunta importante: "¿Soy bueno o malo?"
- Virtud Básica: Propósito
- Eventos importantes): Exploración, juego
Una mirada más cercana a la etapa de iniciativa vs. culpa
Según la teoría de Erikson, las dos primeras etapas del desarrollo de los niños tienen que ver con la confianza frente a la desconfianza y la autonomía frente a la vergüenza y la duda. Durante estos dos primeros períodos, la atención se centra en que los niños creen un sentido de confianza en el mundo, así como sentimientos de independencia y autonomía. Cada una de estas etapas fundamentales desempeña un papel en las etapas posteriores que seguirán.
Es cuando los niños ingresan a los años preescolares que comienzan la tercera etapa del desarrollo psicosocial centrada en la iniciativa frente a la culpa. Si han completado con éxito las dos etapas anteriores, los niños ahora tienen la sensación de que el mundo es confiable y de que pueden actuar de manera independiente. Ahora es importante que los niños aprendan que pueden ejercer poder sobre sí mismos y sobre el mundo. Necesitan probar cosas por su cuenta y explorar sus propias habilidades. Al hacer esto, pueden desarrollar ambición y dirección..
¿Cómo desarrollan los niños la iniciativa??
Los niños deben comenzar a afirmar el control y el poder sobre el medio ambiente tomando la iniciativa planificando actividades, cumpliendo tareas y enfrentando desafíos. Durante esta etapa, es importante que los cuidadores alienten la exploración y ayuden a los niños a tomar decisiones apropiadas. Los cuidadores que lo desalientan o los despiden pueden hacer que los niños se sientan avergonzados de sí mismos y se vuelvan demasiado dependientes de la ayuda de otros..
Esta etapa a veces puede ser frustrante para los padres y cuidadores a medida que los niños comienzan a ejercer un mayor control sobre las cosas que afectan sus vidas. Estas decisiones pueden ir desde los amigos con los que juegan, las actividades en las que participan y la forma en que abordan las diferentes tareas. Los padres y otros adultos pueden querer guiar a los niños hacia ciertos amigos, actividades o elecciones, pero los niños pueden resistir e insistir en tomar sus propias decisiones. Si bien esto puede llevar a algunos conflictos con los deseos de los padres a veces, es importante darles a los niños la oportunidad de tomar tales decisiones. Sin embargo, es importante que los padres sigan imponiendo límites seguros y alienten a los niños a tomar buenas decisiones mediante el uso de modelos y refuerzos..
Como puedes imaginar, el juego y la imaginación asumen un papel importante en esta etapa. A los niños se les refuerza el sentido de iniciativa al recibir la libertad y el estímulo para jugar. Cuando los cuidadores ahogan los esfuerzos para participar en juegos físicos e imaginativos, los niños comienzan a sentir que sus esfuerzos iniciados por sí mismos son una fuente de vergüenza..
Los niños que están sobre-dirigidos por adultos pueden tener dificultades para desarrollar un sentido de iniciativa y confianza en sus propias habilidades.
El éxito en esta etapa conduce a un sentido de propósito, mientras que el fracaso resulta en un sentimiento de culpa. ¿Qué quiere decir Erikson con la culpa? Esencialmente, los niños que no logran desarrollar un sentido de iniciativa en esta etapa pueden surgir con el temor de probar cosas nuevas. Cuando hacen esfuerzos directos hacia algo, pueden sentir que están haciendo algo mal. Si bien los errores son inevitables en la vida, los niños con iniciativa entenderán que los errores ocurren y solo tienen que intentarlo de nuevo. Los niños que se sienten culpables, en cambio, interpretarán los errores como un signo de fracaso personal, y pueden quedarse con la sensación de que son "malos".