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    Cómo el sesgo de autoservicio protege la autoestima

    El sesgo de autoservicio es cómo los psicólogos sociales describen la tendencia de los humanos a culpar a las fuerzas externas cuando suceden cosas malas y a darnos crédito cuando ocurren cosas buenas. Aunque puede significar evadir la responsabilidad personal por sus acciones, el sesgo de autoservicio es un mecanismo de defensa que protege su autoestima. 

    Ejemplos de sesgo de autoservicio

    Digamos que tienes un examen. El sesgo de autoservicio te llevaría a creer que es porque estudiaste mucho. Si fracasó, por otro lado, podría creer que se debió a que la maestra no le explicó correctamente el tema, que el aula estaba demasiado calurosa o que su compañero de habitación lo mantuvo despierto toda la noche antes del examen..

    Todas estas cosas pueden ser ciertas, pero no muestran una imagen completa de todas las circunstancias que condujeron a su desempeño en la prueba.

    Aquí hay algunos otros ejemplos de sesgo egoísta:

    • Después de un accidente automovilístico, ambas partes involucradas culpan al otro conductor por causar el accidente.
    • Después de una reunión desastrosa con un cliente potencial, un hombre de negocios culpa a la pérdida de la cuenta a las prácticas comerciales sucias de un competidor.
    • Un jugador de baloncesto de la escuela secundaria realiza un tiro durante los segundos finales de un juego y logra hacer una canasta. Él atribuye esto a su habilidad en el juego..

    ¿Por qué se produce el sesgo de autoservicio?

    En muchos casos, este sesgo cognitivo le permite proteger su autoestima. Al atribuir eventos positivos a las características personales, obtienes un aumento de confianza. Al culpar a las fuerzas externas por los fracasos, protege su autoestima y se exime de la responsabilidad personal.

    Se ha demostrado que varios factores influyen en el sesgo de autoservicio, incluidos la edad y el género. Los adultos mayores tienden a hacer más atribuciones internas, es decir, se acreditan a sí mismos por sus éxitos. Los hombres tienen más probabilidades de hacer atribuciones externas, lo que significa que tienden a culpar a las fuerzas externas por sus fracasos.

    A menudo, cuando una persona está deprimida o tiene baja autoestima, este tipo de sesgo puede revertirse: atribuirán resultados positivos a la ayuda externa o incluso a la suerte, y se culparán a sí mismos cuando suceden cosas malas.

    Situaciones comunes 

    Los expertos sugieren que si bien este sesgo está bastante extendido en las culturas occidentales, incluidos los Estados Unidos y Canadá, tiende a ser mucho menos frecuente en las culturas orientales como China y Japón..

    ¿Por qué? Las culturas individualistas, como las de los Estados Unidos, ponen mayor énfasis en los logros personales y la autoestima, por lo que es más importante proteger al yo de los sentimientos de fracaso. Por otro lado, es más probable que las culturas colectivistas, como las que se encuentran en las culturas orientales, atribuyan el éxito personal a la suerte y las fallas a la falta de talento..

    Sin embargo, hay algunos escenarios donde el sesgo de autoservicio es menos probable. Algunas investigaciones han encontrado que las personas en relaciones cercanas, ya sean románticas o de amistad, tienden a ser más modestas. En otras palabras, sus amigos o su pareja lo mantienen al tanto de las críticas honestas acerca de cuándo una mala situación puede ser parte de su propio trabajo..

    Lado positivo del sesgo de autoservicio

    Una ventaja de este sesgo es que lleva a las personas a perseverar incluso ante la adversidad. Un trabajador desempleado puede sentirse más motivado para seguir buscando trabajo si atribuye su falta de trabajo a una economía débil, por ejemplo, en lugar de una falla personal. Un atleta podría sentirse más motivado para desempeñarse bien si cree que su fracaso durante un evento anterior fue el resultado de un mal clima en lugar de una falta de habilidad.