Síntomas y tratamiento del linfogranuloma venéreo
El LGV es en realidad causado por un tipo de clamidia. Numerosos tipos de clamidia infectan a los humanos. Serovars D-K causa infecciones genitales estándar. Los serovares A-C causan tracoma (ceguera). Los serovares L1, L2 y L3 causan LGV.
Los síntomas
De alguna manera, la infección con LGV es más similar a la infección con sífilis que la infección genital estándar por clamidia. Esto es porque la infección tiene múltiples etapas. Además, los síntomas pueden volverse sistémicos (diseminados por todo el cuerpo) en lugar de solo locales..La primera etapa de la infección por LGV es una pequeña protuberancia, o pápula, que puede ulcerarse. Este síntoma generalmente aparece aproximadamente 1 a 2 semanas después de la exposición al virus. La segunda etapa ocurre aproximadamente de 2 a 6 semanas después. Los síntomas del linfogranuloma de la segunda etapa incluyen ganglios linfáticos inflamados, fiebre y dolor. Los HSH infectados que practican el sexo anal también pueden experimentar picazón, secreción y sangrado en el recto. Los ganglios linfáticos inflamados son menos comunes en mujeres con LGV.
Si el LGV no se trata, puede volverse crónico y causar daño a largo plazo al sistema linfático. Esto es similar a cómo la clamidia no tratada puede conducir a una enfermedad inflamatoria pélvica. Los problemas generalmente comienzan a aparecer aproximadamente cinco a diez años después de la infección inicial..
Diagnostico y tratamiento
El linfogranuloma venéreo puede ser extremadamente difícil de examinar. Para obtener un diagnóstico correcto, los médicos deben estar familiarizados con la enfermedad y llevar un historial médico muy cuidadoso. El simple hecho de examinar el material de las llagas puede no dar un resultado claro. Las bacterias pueden no ser siempre visibles, dependiendo de la etapa de la enfermedad.El linfogranuloma venéreo es causado por un tipo de clamidia. Por lo tanto, las pruebas de úlceras y ganglios linfáticos inflamados para detectar la presencia de clamidia pueden llevar a un diagnóstico correcto. La mayoría de los laboratorios son incapaces de distinguir entre una infección genital por clamidia genital y un linfogranuloma venéreo. Eso significa que la infección puede terminar siendo mal diagnosticada. Afortunadamente, el régimen de tratamiento con antibióticos es similar. Además, en presencia de un bubón que contiene clamidia, es una apuesta bastante segura que el linfogranuloma venéreo es el culpable en lugar de una cepa genital estándar..