Síntomas y tratamiento del síndrome de eosinofilia-mialgia
El EMS fue reconocido por primera vez en 1989 cuando tres mujeres en Nuevo México buscaron tratamiento médico por una serie de síntomas similares. Todas estas mujeres habían tomado la misma marca de un suplemento de salud, el L-triptófano, que estaba contaminado. El L-triptófano es una sustancia que se encuentra naturalmente en los alimentos (como el pavo). La cantidad de L-triptófano que obtenemos de los alimentos es significativamente menor que la cantidad que se encuentra en nuestros alimentos. Grandes cantidades de la sustancia fueron creadas como suplementos. Aunque no hubo pruebas científicas, algunas personas afirmaron que el L-triptófano podía tratar con éxito la depresión, la ansiedad, el síndrome premenstrual y el insomnio. El triptófano de venta libre se prohibió en 1990 después de que miles se vieron afectados por el EMS.
Se han reportado casos de EMS que no están vinculados a tomar L-triptófano. Sin embargo, el número de casos de EMS ha disminuido significativamente desde el brote de 1989 y el L-triptófano se retiró del mercado. El número exacto de casos de EMS es desconocido. Aunque, se estima que entre 5.000 y 10.000 personas tienen el trastorno. La mayoría de los casos fueron reportados en mujeres estadounidenses; sin embargo, el síndrome ha sido reportado en Alemania, Canadá y el Reino Unido también.
Síntomas de EMS
El síntoma más difícil de EMS es el dolor muscular generalizado y severo que tiende a empeorar durante semanas y puede causar espasmos musculares. Los síntomas tienden a comenzar repentinamente y varían de leves a severos. La condición puede causar complicaciones potencialmente mortales y puede ser fatal..La enfermedad pasa por fases agudas y crónicas. Las fases comparten muchos síntomas comunes, incluyendo dolor muscular y fatiga. La fase aguda es lo primero y puede durar entre tres y seis meses. Los síntomas más comunes de la fase aguda son cambios en la piel y dolor muscular en los brazos y piernas. La piel de los afectados puede inflamarse, engrosarse o endurecerse, lo que se conoce como (fascitis eosinofílica).
Durante la fase crónica, los síntomas parecen estallar. Pueden actuar durante un período de tiempo y luego entrar en remisión. Los síntomas generales incluyen:
- Hinchazón de los brazos y piernas, y en ocasiones de la cara.
- Dolor en las articulaciones
- Una erupción cutánea extremadamente picazón
- Una tos y falta de aliento.
- Fatiga
- Fiebre
- Caída del cabello en parches (alopecia)
- Problemas de vejiga
- Cambios de comportamiento (irritabilidad, cambios de humor)
- Dificultades cognitivas (problemas de memoria, problemas para concentrarse)
- Problemas digestivos (náuseas, vómitos, calambres)
- Anormalidades del corazón (inflamación, latidos irregulares del corazón)