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    Diagnosticando la hepatitis

    Si bien los médicos tienen a su disposición una serie de herramientas para ayudar a diagnosticar la hepatitis, algunos se usan más que otros, según las circunstancias particulares de cada paciente. En este artículo, veremos las pruebas de diagnóstico más comunes para la hepatitis..

    Signos y síntomas

    En general, su médico le hará preguntas sobre sus síntomas, como por ejemplo, qué le molestó, cuándo lo notó y qué tan graves han sido. Si su médico sospecha de hepatitis, le preguntará específicamente acerca de los síntomas gastrointestinales o de tipo gripal. Luego, el médico realizará un examen físico y buscará signos que puedan indicar la causa del problema, como agrandamiento del hígado o coloración amarillenta de los ojos o la piel. Después de reunirse con usted, es probable que su médico le realice un análisis de sangre para detectar cualquier disfunción hepática o inflamación, como las enzimas hepáticas..

    Pruebas de enzimas hepáticas

    Una enzima es una proteína que ayuda en las reacciones químicas. Hay muchas de estas proteínas en el cuerpo que realizan diferentes tareas. El hígado utiliza algunos de estos para ayudar con sus funciones esenciales, como construir cosas, descomponerlas y eliminar varios productos de desecho..
    Normalmente, el hígado mantiene un control estricto de sus enzimas, pero cuando el hígado está dañado, estas enzimas pueden escapar a la sangre. Las pruebas pueden determinar si estas enzimas están en la sangre y determinar cuánto hay presente. Las tres enzimas más comunes que usan los médicos para evaluar el daño hepático son alanina aminotransaminasa (ALT), aspartato aminotransferasa (AST) y gamma-glutamil transaminasa (GGT).
    Las pruebas para detectar enzimas hepáticas elevadas son un buen método, pero hay un gran inconveniente. Si bien las enzimas hepáticas pueden revelar si hay daño hepático, no pueden revelar la causa del daño. Si su médico sospecha una causa viral, él o ella ordenará diferentes análisis de sangre para detectar anticuerpos contra virus específicos..

    Pruebas de anticuerpos

    El sistema inmunológico del cuerpo produce anticuerpos específicos para un virus en particular. Tan pronto como el cuerpo identifica una infección viral, comienza a producir anticuerpos IgM para combatir ese virus específico. Más tarde, al final de la infección, el cuerpo produce otro tipo de anticuerpo llamado IgG. Esto también es específico del virus, pero proporciona inmunidad futura. Los médicos pueden analizar la sangre para detectar anticuerpos IgM e IgG específicos para la hepatitis A o la hepatitis B. Para la hepatitis C, el principio es el mismo, pero los médicos realizan pruebas para detectar diferentes anticuerpos..

    Medidas virales directas

    Una vez que los anticuerpos señalan evidencia de hepatitis viral, reacción en cadena de la polimerasa útil o PCR, se pueden enviar pruebas para la hepatitis B y la hepatitis C, que son medidas directas de la cantidad de virus en la sangre.

    Pruebas avanzadas

    Por lo general, el diagnóstico de hepatitis se realiza mediante una combinación de pruebas de diagnóstico. Las pruebas más avanzadas pueden incluir el uso de tecnología de imágenes como la ecografía, la tomografía axial computarizada (TC) o la resonancia magnética (IRM), o una biopsia de hígado, donde un médico extrae una pequeña porción del hígado y la envía a un laboratorio pruebas.